Si hay una intervención quirúrgica que se beneficie considerablemente del tratamiento de fisioterapia postoperatoria es sin duda la liposucción.

El drenaje linfático manual contribuirá a la reducción de la inflamación, mejorará la adaptación de la piel, prevendrá la retención de líquidos y abordará las irregularidades o la fibrosis en la zona tratada.

Representa un recurso muy valioso si optamos por la liposucción para la eliminación de la grasa localizada.