Implica confrontar una enfermedad potencialmente mortal y someterse a un tratamiento riguroso que, en última instancia, podría conllevar la pérdida parcial o total de uno de los senos. Nos referimos a la mastectomía.
En ciertas situaciones, puede ser necesario extirpar toda la mama, mientras que en otras solo se elimina una parte. Lo cierto es que, en ausencia de una posterior cirugía reconstructiva mamaria, el resultado puede representar una situación compleja para la paciente, ya que percibe la asimetría entre ambos senos.